En ésta entrada pondré la sinopsis de Alas negras, y confirmo que voy a ir amplando lo que es la literatura, subiendo libros ya leídos que no son de fantasía (que he visto que he puesto ya demasiado).
Pondré cuentos, e incluso me meteré en la novela negra. El libro que me está enganchando a ello es Kôt (¡mi opinión por ahora es de diez!).
Bueno, y aquí os traigo la reseña. Siento mucho que, por ejemplo, la imagen no pueda estar modificada al estilo L.E, pero como ya dije, no estoy en mi ordenador ^^UU.
Advertencia: He cambiado mi modo de redactar las fichas técnicas porque he ido estudiando un poco más el modo de estructuras y demás, y he decidido hacerlo más personal ^^.
El título del libro es Alas negras, como he comentado antes y podéis apreciar en la imagen. Es la segunda parte de Alas de fuego, un libro que hasta hace unos meses era único. La autora dejó el final abierto por si ocurría ésto, que quisiera seguir o, como ha pasado en éste caso que supongo que será inesperado, que los fans pidan a gritos más. Aunque con el fenómeno Memorias de Idhún, Laura ya se ha dado cuenta realmente de que los fans son incansables xD.
El libro admito que me adormeció un poco. No soy de esas que les gusta la bondad de los ángeles, poque me parece algo falsa. Más que bondad es compasión, y eso lo refleja muy bien en éste libro. Lo bueno es que se divide la historia entre Zor y Ahriel. Por un lado está nuestra intrépida amiga Ahriel, que va al consejo a pedirle a los consejeros permiso para abrir una puerta del infierno, y por otro está Zor, que se le murió su único pariente conocido, el viejo Dag (al cual muchos recordamos con un pelín de cariño xD).
Ambas historias te dejan cautivado cuando van cogiendo forma, y te intriga saber el pasado de Ubanaziel, que tenía la piel como el ébano.
(Si no te has leído el libro, lee hasta aquí. Ésto sólo desvela el principio =) ).
A medida que avanza la historia, se comprueba que Zor descubre la horrenda verdad que le atormentaba desde que lo intuía. Que su madre era Ahriel, la sanguinaria Reina de la Ciénaga. El muchacho no da señales de que le interese realmente eso, que su madre sea ella. Es más, da a entender de que no necesita madre, que ha vivido sin ella (y no miente, la verdad).
Si lo ves como lo ve Zor, ves absurdo la búsqueda de alguien que seguramente puede darte por muerto, pero... pero luego lees lo que siente Ahriel, y eso te mata de verdad. Por lo menos a mí.
Ya avanzando lo relatado, por el final, cuando Marla va la muy maja ella, rompe Gorlian en mil pedazos. ¡Dios! Ahí sí que te dan ganas de meterte en el libro para darle una patada en el trasero (soy fina porque no quiero saltar con palabrotas xD).
Pero bueno, luego ves que Zor está bien, que al final Shalorak era un engendro y demás. Los malos mueren y al final echan a Ahriel del mundo angelical, pero a Zor no. Yo esperaba que Zor no aceptase a Ahriel, y en el fondo no lo hace demasiado, pero se ve en el final que, seguramente puedan ser una familia feliz =).
Y bueno, mi experiencia con el libro ha sido grata. Tardé en leerlo porque me costaba un poco situarme en los cambios de los personajes. Igualmente, le pongo un nueve, porque me ha llegado hondo, como siempre, y me he sumergino en un mundo fantástico ^^.
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¡Hasta pronto!
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